Integración Relacional
  • inicio
    • ¿Qué es la Integración Relacional? >
      • Sobre mí
      • Testimonios
  • acompañamiento individual
  • Formación
  • libro
  • Blog
  • círculo de integración relacional
    • recursos gratuitos
  • Contacto

Cómo meditar para gestionar las emociones.

4/19/2025

0 Comments

 
Picture
Imagen de Canva
Aprender a meditar puede traernos muchos beneficios, entre ellos nos puede liberar de  huir compulsivamente  de nuestras emociones (o hundirnos en ellas) y, en cambio, ayudarnos a aprender a sostenerlas constructivamente.

Hay muchas maneras de meditar, y muchas maneras de entender la meditación.
Una de las maneras de entender la meditación en occidente es pensar que sea una técnica que nos va a traer paz, relajación y un estado de calma mental donde los pensamientos desaparecen. Esta concepción de la meditación, en mi opinión, nos trae muchos problemas.

La meditación es una práctica milenaria que podemos encontrar en casi todas las culturas antiguas. La meditación que conocemos en occidente como Mindfulness es una práctica preliminar dentro del camino de la filosofía Budista. Su nombre, en Sánscrito o Pali, quiere decir "Ver las cosas como realmente son", algo que nos hace entrever que su propósito no es necesariamente hacernos conseguir un estado de calma y paz. Sin embargo, lo que nos puede enseñar es algo muy valioso: aprender a sostener nuestras emociones y no reaccionar de manera descontrolada a ellas.

Hay algunas cosas importantes a tener en cuenta.

Ver las cosas como realmente son
Una de las enseñanzas más importantes de la tradición Budista es la práctica de alejarnos de los impulsos de rechazar lo que no nos gusta y aferrarnos a lo que nos gusta, para desarrollar una actitud de ecuanimidad. Esta actitud es bastante contraria a la que se suele tener en occidente, donde estamos constantemente intentando huir de las cosas incómodas y donde los mandatos culturales se traducen en "Be happy" o "No hagas nada que no te hace feliz".

El Budismo reconoció hace miles de años que la vida está llena de todo tipo de experiencias y emociones, algunas bastante desagradables, además de inevitables y que, si no aprendemos a aceptarlas, estaremos constantemente atrapadas en una lucha en contra de la realidad. Por esto, en lugar de huir de la incomodidad, el Budismo nos propone aprender a sostenerla y encontrar paz en ella.

Ver las cosas como realmente son, quiere decir abrirnos a percibir nuestro malestar en lugar de taparlo, ignorarlo, hundirnos o distraernos de él. Es un acto de coraje y honestidad que nos permite encontrar el camino medio de la ecuanimidad.

Suavizar los pensamientos
Dejar de pensar es fisiológicamente imposible para los seres humanos. Por esto, el Budismo no nos anima a ir en contra de nuestros pensamientos, sino de aceptar su presencia y aprender a no invertir nuestra energía en ellos.

Esta práctica es particularmente desafiante porque solemos identificarnos mucho con nuestros pensamientos, tomando su contenido muy en serio. Tal vez nos sirve recordar que la mayor parte de nuestros pensamientos son, o bien aleatorios, o bien habituales, en otras palabras, no nos están trayendo mucha información nueva, por lo que, prestar mucha atención a estos tipos de pensamientos no nos sirve para encontrar nuevos caminos.

Nuestras emociones se alimentan de pensamientos. Cuando tenemos pensamientos que nos hacen percibir la realidad de una manera hostil, sin esperanza, centrándonos en juicios y críticas, es difícil que nuestras emociones puedan ser agradables.
Al mismo tiempos, sustituir nuestros pensamientos con otros, más positivos, tampoco sirve de mucho si lo hacemos para tapar e ir en contra de los pensamientos negativos que tenemos. Además, hay veces en las que las cosas son, efectivamente, duras y, por lo tanto, nuestros pensamientos tampoco son muy descabellados.

La práctica de la meditación nos invita a observar nuestros pensamientos y decir: "Estoy teniendo este pensamiento." Es una manera  de ver las cosas como son.
A partir de ahí, podemos observar el efecto de este pensamiento, su origen, su utilidad y, tal vez, en el medio de este proceso, se genera un pensamiento nuevo que nos abre el camino a otra manera de ver y sentir las cosas.

Volver al cuerpo
Si no queremos invertir mucha energía en los pensamientos estériles y repetitivos, necesitamos otro lugar a donde poner la atención. Por esta razón, la práctica de la meditación muchas veces nos invita a prestar atención a la respiración. También podemos prestar atención a otras sensaciones corporales, ya que nuestras emociones se manifiestan de esta manera.

Si empezamos a prestar atención a la emoción diciendo: "Estoy sintiendo esta emoción. No es muy agradable y aun así voy a quedarme aquí con ella un ratito, a ver qué me cuenta", tal vez empezamos a crear un espacio entre la emoción y la reacción. Ahora podemos empezar a observar qué efecto tiene la emoción, qué mecanismo utilizamos para protegernos de ella, qué pensamientos la alimentan, qué necesidades hay detrás, etc.
En este sentido, no hay emociones negativas ni tóxicas, solo emociones que vienen a decirnos cómo las cosas nos están impactando, nos guste o no nos guste. Esta también es una manera de ver las cosas como realmente son.

Traer curiosidad
La curiosidad es nuestra gran aliada en este proceso. Si, en lugar de juzgar y criticar nuestras emociones, nos podemos sentar con ellas con algo de curiosidad, se puede abrir un diálogo muy constructivo entre la emoción y el intelecto, donde es posible que aparezca la comprensión, la compasión y donde vamos a tener el tiempo y el espacio de formular una respuesta, en lugar de actuar de forma compulsiva.

La emoción viene a traernos información que es importante tener en cuenta, pero esto no quiere decir que tengamos que actuar sobre ella impulsivamente. Tampoco quiere decir que nuestra emoción siempre sea una guía fiable para interpretar la realidad, pero sí para saber cómo la realidad nos está impactando.

De esta manera aprendemos, poco a poco, a amistarnos con nuestras emociones, incluso cuando son desagradables, y nos permitimos tiempo y espacio para dialogar con ellas. En este diálogo se produce una conexión más íntima con nosotras mismas y nos liberamos de la compulsión, de huir de nuestras emociones con la adicción, la depresión y la disociación.

Si quieres escuchar una meditación guiada para acompañarte en este camino, puedes acceder aquí.

Te agradezco muchísimo compartir este artículo si te ha parecido útil.

También, te invito a participar en el próximo seminario online que ofreceré el 17 de mayo, de 11.00 a 14.00 (hora española) , donde aprenderemos algunas prácticas específicas para empezar en el camino de la meditación y la gestión emocional.

Picture
más información
0 Comments

La meditación no es solo para relajarse

10/30/2020

3 Comments

 
Picture
Hoy en día podemos encontrar la palabra Mindfulness en muchos lugares, desde clases de yoga a formaciones para empresas. Tal vez no todos sabemos que esta práctica pertenece a la tradición milenaria budista y se entiende como un entrenamiento preliminar a la meditación. Lo que se ha traducido al Ingles con la palabra Mindfulness, recoge dos prácticas meditativas budistas que, en su lenguaje nativo, son Shamata y Vipassana. El propósito de estas dos prácticas es por un lado aprender a estabilizar el funcionamiento de la mente que, por su naturaleza es móvil e inquieta, por otro aprender a observar las cosas de la manera más objetiva posible. Es cierto que uno de los resultados colaterales de estas prácticas puedes ser un cierto estado de relajación pero esto no es su objetivo. De hecho, es muy frecuente que las personas noten algo de resistencia, dispersión, agobio o incluso disociación cuando intentan meditar de esta manera. 

Meditar no es natural para el organismo
Nuestro organismo tiene un objetivo principal que es sobrevivir. Para poder cumplir con este objetivo necesita estar en un estado de atención y receptividad a toda una serie de estímulos que pueden contener información relevante para la seguridad o el peligro. Por esta razón nuestra mente es tan móvil, yendo de una cosa a otra y haciendo miles de conexiones entre un estimulo y el otro. Es su manera de cuidar de nuestra supervivencia. Este mecanismo se ha desarrollado a través de miles de años (nuestro cerebro tiene aproximadamente 100.000 años) en un entorno que, a la par de presentar peligros, también presentaba muchas oportunidades de descanso y seguridad. Esto permitía a nuestro organismo alternar entre momentos de alerta y atención y momentos de descanso y expansión. Todo esto ha cambiado radicalmente en los últimos 200 años, con el aviento de la industrialización, y nuestro organismo todavía no se ha adaptado a esta situación de estimulación y activación constante. Por esta razón, calmar la mente es algo tan sumamente difícil, por un lado porque nuestra fisiología no acompaña y por otro porque vivimos en un entorno demasiado estresante. 

Obstáculos a la práctica meditativa.
La propuesta que nos hace la meditación es muy valiosa y necesaria, si queremos mantener un mínimo de bienestar en esta sociedad tan ajetreada que hemos construido. A la vez, tenemos que entender que no es algo que surge con facilidad y por lo tanto necesita práctica. La actitud con la que practicamos es fundamental para el aprendizaje. Si entramos en la práctica con una exigencia, con una idea preconcebida del resultado que queremos obtener, es muy probable que la experiencia no sea muy satisfactoria. Pensar que para "meditar bien" tenemos que alcanzar un estado donde los pensamientos son ausentes, donde la mente se queda en blanco, puede acabar con haciéndonos sentir muy desanimadxs. Necesitamos reconocer que es prácticamente imposible parar los pensamientos y, consecuentemente,  desarrollar una actitud de aceptación y paciencia con esta parte de nuestro funcionamiento.
También pretender que la meditación nos traiga relajación y bienestar puede ser un obstáculo. El nombre Vipassana quiere decir "ver las cosas como son", no "ver las cosas como nos gustaría que fueran". Esto nos invita a entrar en la práctica con una actitud abierta y acogedora. Es muy probable que, en el momento de prestar atención a nuestro mundo interno, nos demos cuenta de que hay ahí toda una serie de pensamientos, emociones y sensaciones que no son muy agradables. Normalmente estamos intentando huir y distraernos de todo esto, cuando por fin nos sentamos a meditar , lo empezamos a ver todo, tal y como es. La meditación no debería ser otra manera de evadir la realidad de nuestros pensamientos, emociones y sensaciones sino un camino para entrar en conexión autentica nuestra experiencia. 

Aprender a mirarnos con cariño
Desde mi punto de vista, el propósito de la meditación es desarrollar la capacidad de sostener lo que encontramos cuando observamos nuestro mundo interno, con cariñó y aceptación. Esto puede traernos relajación, alivio, calma incluso alegría y, a la vez, no es necesariamente un camino simple y directo. Aprender a aceptar todo lo que somos y todo lo que se manifiesta en nuestras emociones, pensamientos y sensaciones corporales, requiere mucha disponibilidad a ser honestas con nostrxs mismxs. También requiere que desarrollemos la capacidad de cuidar de lo que duele, de transformar la voz crítica en una voz amorosa, y que tengamos herramientas para sostener todas las emociones que sacuden nuestro organismo. La meditación se convierte en un camino de auto descubrimiento y cuidado, no en parche o una píldora mágica que nos hace sentir bien. Si esta es nuestra expectativa, podemos acabar pensando que "no lo estamos haciendo bien" o que la meditación no funciona.
Si te interesa profundizar más en esto, te invito a participar en este curso online donde crearemos un espacio de práctica para el auto cuidado y el desarrollo.

Picture
quiero inscribirme
3 Comments

      Suscribe al boletín mensual para recibir mis artículos

    Suscribe







    Tatiana Sibilia es  formadora  certificada de Comunicación NoViolenta y
    facilitadora  de
    Integración Relacional
    Ofrece formación, acompañamiento individual para aprender a practicar la Integración
    Relacional en el día día. ​

         

    Conecta conmigo para explorar como te puedo apoyar en tu proceso de desarrollo
    solicita una sesión gratuita

    Categories

    All
    Acompañar
    Amar Bien
    Amor Incondicional
    Auto Cuidado
    Autodescubrimiento
    Autoestima
    Budismo
    Codependencia
    Comunicación Noviolenta
    Comunidad
    Conflictos En La Pareja
    Covid19
    Creatividad
    Cuentos
    Dependencia Emocional
    Dolor
    Duelo
    Educación
    Empatía
    Feminismo
    Focusing
    Francis Weller
    Gestión Emocional
    Gestión Emocional
    Inconsciente
    Integración
    Integración Relacional
    Justicia Restaurativa
    La Manada
    Limites
    Machismo
    Meditación
    Mindfulness
    Muerte
    Neurociencia
    Pareja
    Pareja. Conflictos De Pareja
    Pareja Sana
    Pareja Tóxica
    Pérdida
    Pertenencia
    Recursos Somáticos
    Relación De Pareja
    Resolución Conflictos
    Rituales
    Sanación
    Sanar La P
    Sanar La Pareja
    Sexualidad
    Terápia
    Trauma
    Vuelta Al Cole

    Archives

    April 2025
    March 2025
    January 2025
    December 2024
    October 2024
    May 2024
    April 2024
    March 2024
    October 2023
    September 2023
    August 2023
    July 2023
    April 2023
    March 2023
    February 2023
    May 2022
    July 2021
    May 2021
    April 2021
    February 2021
    October 2020
    September 2020
    July 2020
    April 2020
    March 2020
    February 2020
    January 2020
    October 2019
    September 2019
    August 2019
    June 2019
    April 2019
    March 2019
    February 2019
    January 2019
    December 2018
    November 2018
    October 2018
    August 2018
    June 2018
    May 2018
    April 2018
    March 2018
    February 2018

    RSS Feed

Proudly powered by Weebly
  • inicio
    • ¿Qué es la Integración Relacional? >
      • Sobre mí
      • Testimonios
  • acompañamiento individual
  • Formación
  • libro
  • Blog
  • círculo de integración relacional
    • recursos gratuitos
  • Contacto